Roma Desaparecida

En 1870 Roma se convierte en la capital del Reino de Italia y empieza a modificar gradualmente su tejido urbano para adaptarse, a través de los planes reguladores de 1872 y 1883, a las exigencias económico-especulativas e ideológicas de la nueva situación política.
Con la llegada del fascismo en 1922 las transformaciones prosiguieron con otros planes reguladores y proyectos de excavaciones arqueológicas, acordes a la visión grandilocuente de la ciudad eterna que el régimen promocionaba.
La construcción del cauce del Tíber, la erección del monumento a Vittorio Emanuele II, la creación del nuevo barrio residencial en la zona de villa Ludovisi, el aislamiento de la Colina Capitolina, la excavación de los Foros Imperiales, la abertura de via dell’Impero y de via del Mare, la transformación de la plaza San Pedro con la eliminación de la llamada Spina di Borgo fueron algunas de la intervenciones que en pocos decenios, entre 1880 y 1940, destruyeron monumentos y enteros barrios medievales, renacentistas y barrocos.
La conciencia de una pérdida irreversible de la imagen de la ciudad, que durante siglos se había anclado en la memoria de artistas y viajeros, sugirió que durante las demoliciones se recuperaran las ornamentaciones pictóricas, fragmentos arquitectónicos y escultóricos, cerámicas y ménsulas de madera de los edificios desaparecidos, mientras que a fotógrafos profesionales, artistas y dibujantes especializados se les encargó registrar las modificaciones de la ciudad. La serie de imágenes del acuarelista Ettore Roesler Franz, realizada ente 1878 y 1896 y expuesta varias veces al público en dichos años bajo el título Roma Desaparecida, inauguró una temática de gran éxito.
Estas acuarelas y otras obras pictóricas, plásticas y cerámicas que plasmaron esa Roma perdida quedaron olvidadas durante decenios en los almacenes municipales hasta que parte de ellas se expuso en las muestras retrospectivas organizadas para la Exposición Universal de Roma de 1911 y, al final, acabaron en la colección del Museo di Roma.
En los años 1950 el museo adquirió numerosas acuarelas y dibujos de los lugares desaparecidos y de las tareas de demolición, realizadas por artistas, arquitectos y arqueólogos.
En el Archivo Fotográfico Municipal se conservan las imágenes encargadas entre finales del siglo XIX y los años 1930 a fotógrafos profesionales para plasmar los lugares y edificios antes de su demolición.
Casi 250 negativos sobre placa de gran formato con sus relativos positivos originales ilustran las zonas del centro histórico de Roma afectadas por las demoliciones del Plano Regulador de 1883, primera intervención urbanística orgánica de Roma capital.
El plan obligaba a destruir todo el complejo de villa Ludovisi para construir el barrio homónimo. Una vez más, se recopiló una valiosísima documentación fotográfica gracias al encargo del propio príncipe Ludovisi.
Existen además tres volúmenes fotográficos encargados por las autoridades municipales entre 1887 y 1995 al estudio fotográfico de los hermanos D’Alessandri, sobre las orillas del Tíber antes y después de la construcción de los muros de contención del cauce. Por último, durante la intensa actividad urbanística de 1930 a 1940 se fueron recopilando abundantes reportajes fotográficos encargados por la Gobernación de Roma y que hoy constituyen la más completa documentación sobre las transformaciones realizadas en Roma en la época fascista.