Restauraciones
El Palacio Braschi se cerró por falta de seguridad en 1987. Tras importantes obras de restauración y reestructuración, abrió parcialmente el 3 de mayo de 2002. Su reapertura total y definitiva tuvo lugar en 2005.
Gracias a los fondos del Jubileo se realizaron complejas intervenciones estáticas y estructurales; restauraciones en la mitad de los pisos destinados a exposiciones y toda la cuarta planta que alberga oficinas modernas; se han rehecho las cubiertas, creado las uniones verticales y eliminado las barreras arquitectónicas, se han instalado sistemas eléctricos y de calefacción de última generación, se han informatizado los servicios de seguridad, máquinas e instalaciones tecnológicas.
Se ha construido ex novo un laboratorio de restauración de pinturas, con sofisticada maquinaria de control digital que trabaja junto a un laboratorio nuevo de restauración de papel y un laboratorio fotográfico.
Estas minuciosas tareas de restauración se han aplicado también a los preciados mármoles y estucos neoclásicos de la escalinata monumental, que luego realzaron con una nueva iluminación.
Asimismo se han destinado espacios al centro de documentación y a la tienda del museo.
Con la aportación del Assessorato ai Lavori Pubblici, Dipartamento XII, se efectuó a restauración del exterior y del interior de los muros que separan el patio y se procedió a la impermeabilización y a la renovación del pavimento del patio y del zaguán.
La Sovraintendenza se encargó de llevar a cabo las restauraciones de las partes ornamentales de mármol antiguo (umbrales y jambas, alfeizares, chimeneas, columnas y pavimentos) así como de los estucos y la ornamentación a témpera de los techos y las paredes de la Sala Egipcia, la Sala China, de Apolo, de las Virtudes, etc. También se han recuperado, a través de investigaciones diagnósticas y estratigráficas, la pintura ornamental del siglo XIX de los techos de algunas salas del primer piso hasta entonces escondida bajo capas de yeso y pintura.
Todas las esculturas clásicas que decoraban la escalinata monumental (la estatua de Aquiles, de Ceres, de Palas, de Demetra, de Júpiter, etc.), los sarcófagos antiguos del patio y las estatuas de yeso de Pietro Tenerani colocadas a los lados de la entrada por la plaza San Pantaleo y el grupo del Bautismo de Cristo, así como las esculturas que representan a San Pedro y San Pablo de Francesco Mochi han sido sometidas a precisas operaciones de restauración.
Artesanos expertos de la madera procedieron a restaurar todos los elementos de madera de la decoración, así como el valioso mobiliario de la época, que había pertenecido a las familias nobles de los Torlonia, Barberini, Rospigliosi, Brancaccio y Giustiniani Bandini. También se restauró el fastuoso carruaje Chigi y el palanquín Braschi, así como la maqueta de madera de la capilla Rospigliosi.
El programa de trabajo también incluía el desmontaje, la restauración y el montaje de los cinco grandes frescos de Cigoli procedentes del palacio Rospigliosi Pallavicini del Quirinal para que el público lo disfrutara en su plenitud, aparte de para su óptima conservación.
Además de estas significativas intervenciones, el Museo di Roma ha iniciado programas de gestión para la conservación preventiva y el control ambiental con redes de control capaces de registrar las variaciones termohigrométricas de todo el edificio, así como la presencia de insectos y otros agentes infestantes. Estas operaciones, asociadas a la optimización de los depósitos, permiten controlar la totalidad de las colecciones de acuerdo con las directrices de las máximas instituciones nacionales e internacionales.