Pinturas de los siglos XVII y XVIII
El Museo di Roma posee unas 800 pinturas de autores italianos o extranjeros que ejercieron en Roma entre los siglos XVII y XVIII. Entre ellas destacan por su notable interés la serie de grandes telas del siglo XVII que representan momentos festivos o acontecimientos históricos encargadas por las familias romanas protagonistas de la vida política y cultural de la época, como el “Torneo en el patio del Belvedere” cuya escena se desarrolló el 5 de marzo de 1565 durante el Carnaval, para celebrar la boda entre Annibale Altemps y Ortensia Borromeo. También es famosa la pintura de Andrea Sacchi y Filippo Gagliardi que representa otro espectáculo de gran boato celebrado en palacio Barberini en homenaje a Cristina de Suecia para los Carnavales de 1656.
Asimismo cabe subrayar un importante conjunto de cuadros procedente de la colección Rospiglioso, pintados a mediados del siglo XVIII por Giuseppe Bottani, John Reder y Adrien Manglard, que ilustran personajes de a familia, fiestas, espectáculos, actividades vinculadas a los ciclos estacionales celebradas en los jardines de las dos residencias de la familia (Quirinal y Esquilino) o en la propiedad de Maccarese. Otras pinturas del siglo XVIII aluden a episodios históricos importantes como las dos grandes telas de una delicada misión diplomática en Nápoles ante Felipe V de España en 1702; o dos pinturas de Pier Leone Ghezzi de 1727 relativas a la elección de dos cardenales durante los pontificados de Inocencio X y Clemente XI. Existen escaso material documental sobre el breve periodo de la república Jacobina en Roma: dos óleos sobre tabla de Felice Giani que describen las complejas escenografías, inspiradas en monumentos clásicos, erigidas en la plaza San Pedro y el puente San Angelo, en 1798, para la Fiesta de la Federación.
Varias pinturas de temática religiosa muestran importantes momentos de la cultura figurativa romana entre el siglo XVII y el XVIII. Entre ellas destacan un estandarte de procesión de la cofradía de las Estigmadas de San Francisco atribuido a Guido Reni (procedente de la colección Chigi), el San Jaime Menor de Carlo Maratta perteneciente a un ciclo de los Doce Apóstoles de la colección Barberini, el San Bernardo en adoración ante los instrumentos de la pasión, atribuido a Pier Francesco Mola y Gaspar Dughet, autor del amplio paisaje del fondo y la pintura de pequeño tamaño que representa la Sangre de Cristo, cuadro devocional perteneciente a Gian Lorenzo Bernini. Entre los cuadros de tema sacro del siglo XVIII destaca la tela de Subleyras con San Camilo De Lellis salvando a los enfermos del hospital del Santo Espíritu durante la inundación del Tíber de 1598, encargado para la canonización del santo en 1746.
No podría olvidarse la mención a la serie de retratos de nobles, pontífices y prelados pintados por Giovanni Battista Gaulli, Carlo Maratta, Ottavio Leoni, Pierleone Ghezzi y Pompeo Batoni. De este último hay que recordar el retrato de John Staples, una imagen típica del Gran Tour durante el cual el noble viajero no dudaba en retratarse con monumentos romanos de la Antigüedad como fondo. Son notables algunos autorretratos y retratos de artistas como el de Giovanni Battista Piranesi pintado por Pietro Labruzzi, el autorretrato de Antonio Canova, así como el autorretrato de Stefano Tofanelli.
Por último, cabe citar la representación de la ciudad y de los alrededores con imágenes de iglesias, basílicas, plazas, palacios, ruinas antiguas, vistas fantásticas, paisajes con escenas costumbristas y pinturas populares como las de W. Van Nieulandt, Roeland Van Laer, Franz Franken, J. Lingelbach, Jean Miel, Viviano Codazzi, Van Wittel, Paolo Anesi y Louis Ducros.
Asimismo el museo posee documentos sobre la época dorada de la decoración neoclásica en Roma: tres pinturas de Gavin Hamilton con historias de Helena y Paris, procedentes de la sala homónima de villa Borghese para la que fueron ejecutadas en 1786.