Medallas pontificias

El Museo di Roma conserva una colección de unas 500 melladas de distintos pontífices que abarcan desde Gregorio IX (1227-1241) a Pío XI (1922-1939) y monedas de todas las épocas, conmemorativas de eventos históricos, aunque el núcleo fundamental (100 piezas) son de Urbano VIII.
El precioso Medallero Barberini, procedente directamente de la casa Barberini y comprado en 1961 por el Museo di Roma, tenía capacidad para más de 2.000 medallas.
La medalla se usó como medio de propaganda y loa y tuvo gran éxito entre la corte pontificia en la Roma del siglo XVI. Los mejores medallistas del momento inmortalizaron en medallas de oro, plata y bronce las actuaciones de los papas como sucesores de Pedro y como soberanos temporales. La colección comprende medallas realizadas para la elección del pontífice, para las ceremonias religiosas como la Lavanda del Jueves Santo o la abertura y cierre de la Puerta Santa, en particular las “medallas anuales”, es decir, las acuñadas cada 29 de junio para la festividad de San Pedro y San Pablo como conmemoración del suceso más importante del año del pontificado en curso, y en ellas aparecen a menudo monumentos de Roma y de Lacio. Resultan interesantes por su valor documental.
También revisten gran valor las medallas arquitectónicas que plasmaron sobre el metal iglesias, palacios, puentes, arcos, plazas, restauraciones o construcciones nuevas.
Entre los artistas, destaca la figura de Gaspare Mola (1567-1640), acuñador oficial de la Zecca entre 1625 y 1639 y autor de diversas medallas y monedas de Urbano VIII, notables por la elegancia compositiva y el refinamiento de la ejecución; tras su muerte, su nieto Gaspare Morone Mola le sustituyó.
En el siglo XIX destacó la actividad de Nicolò Cerbara (1793-1869) y los Girometti, padre e hijo: Giuseppe (1799-1851) acuñador en la Zecca desde 1822, miembro de la Academia de San Lucas y autor de extraordinarios retratos en camafeo de estilo naturalista; Pietro (1812-1859) hijo de Giuseppe y alumno suyo con el que colaboró en el grabado de camafeos firmados sólo con el apellido y, por ello, a menudo no identificables.